4 claves para una mujer líder poderosa

 

Nos preocupa ser las mejores jefas, las mejores líderes frente a nuestros superiores, subordinados, comunidades y la organización. La pregunta es ¿Cómo lograrlo?

Hay un frase de un filosofo chino que dice que el gran poder del mar viene de los ríos, que es necesario ponerse por debajo de las personas y aprender a seguirlas. Esto puede sonar ilógico o poco convencional y hoy te lo explicaré.

Vivimos en una cultura occidental muy individualista dónde se fomenta el crecimiento del ego, dónde priorizamos nuestros objetivos y como líderes podemos caer en someter y manipular a los demás para que hagan lo que nos plazca, aunque el camino fácil siempre nos da recompensas inmediatas.

El cambio de pensamiento de una verdadera líder es el servicio y ojo que no digo servilismo, sino servicio. Buscando que la gente te siga proyectándote en un largo plazo, en base a valores y una disminución del ego. ¿Cómo lograrlo? ¿Qué debo hacer?

Primero, debes tener el coraje de dejar alimentar tu ego y realizar acciones de servicio. Por ejemplo, almorzar no solo con un grupo de poder o exclusivo sino darte el tiempo de hacerlo con todos los que tienes a tu cargo.

Segundo, debes renunciar a los beneficios que te distancian de los demás y promover mayor igualdad. Ejemplo: una oficina que es abismalmente superior y con comodidades excéntricas que pueden hacer sentir a los demás distantes de ti. 

Tercero, preocúpate por el desarrollo de las personas a cargo, que cumplan sus objetivos y sean felices en su trabajo, esto te hará cosechar a largo plazo.

Cuarto, no tengas miedo de hablar de forma directa y racional, tú eres la responsable de orientar a los demás, delega y  sé firme hasta el final. Tu ejemplo, tu compromiso y tu profesionalismo cala en los demás, en lo más profundo e inconsciente de ellos. Hazlo también por su bien y tu desarrollo personal.

No hay una manera correcta de ser una buena líder, lo irás construyendo poco a poco con cada decisión. Te irás ganando la admiración y respeto de los demás. Recuerda que quién no sirve en esta vida no sirve. Contribuye con tu liderazgo de servicio, como un pequeño grano de arena, a favor de la felicidad de otros y tú serás la más grande beneficiaria.

Hasta la próxima, queridas cambiañeras

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