El tener el busto generoso o grande, puede ser el sueño de muchas, pero también el problema de otras, porque hay mujeres que afirman que les incomoda lidiar con dolores de espalda por el peso, el tema de la transpiración, la búsqueda del brassier ideal, entre otras cosas.
Hay 2 extremos equivocados en los que caemos cuando tenemos el busto grande:
1) Exponerlo demasiado, causando un desborde y poco control. Con escotes demasiado profundos o ropa interior de la talla y forma correcta.
2) Taparnos tanto, que al cubrir hasta el cuello, se genera un efecto pechuga que maximiza el volumen y genera desequilibrio visual.
El punto medio es el ideal, ni muy cerrado ni muy abierto en términos de escote, como a su vez los cortes visuales de las prendas influirán mucho en hacernos ver más cómodas y estilizadas.
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Hasta la próxima, cambiañera
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