Desde niños aprendemos a controlar nuestro cuerpo para no mostrar aburrimiento, fastidio, exaltación, entre otras cosas y usualmente corregimos nuestra postura, colocamos nuestras manos en una determinada posición o controlamos nuestros gestos para no parecer descorteses o mostrar indiferencia. Pero, algo que difícilmente controlamos son nuestros pies, ¿qué pueden transmitir la posición o movimiento de estos?
Cuando estamos parados muchas veces cruzamos los pies en vez de estar total mente ergidos y con los pies bien plantados demostrando duda, poca seguridad e inestabilidad.
Por otro lado, cuando estamos sentados muchas veces hacemos templar o agitamos los pies, demostrando que estamos inquietos o con nervios. Sin embargo, un punto muy importante es cuando nos sentamos frente a frente con alguien y cruzamos las piernas pues la dirección a la que apunta nuestro zapato puede demostrar que tienes afinidad con la persona o que no quieres estar allí y deseas huir de la conversación.
Si la punta del pie de ambas personas van hacia el centro de la conversación, es totalmente empatico. Por lo contrario, si la punta de tu zapato apunta hacia afuera, estas demostrando que quieres irte, que no te importa la conversación. Este es un detalle que tenemos que cuidar si es que queremos generar una buena impresión.
Asimismo recomiendo la forma correcta para sentarnos en eventos formales o de mucha importancia. Nunca cruces las piernas, la forma correcta es piernas juntas o un cruce a la altura del tobillo con la espalda recta y manos sobre la falda, sin accesorios alrededor que distraigan: carteras, lentes, estuches, maletines, etc. pues estás tienen un lugar donde colocarlas y no deben invadir el espacio de conversación, es preferible colocarlas en nuestra espalda antes de sentarnos, nunca en el piso o en la mesa.
La próxima vez que tengas una reunión o un evento, fijate qué están diciendo tus pies.
Hasta el próximo artículo de comunicación no verbal.
Cuando estamos parados muchas veces cruzamos los pies en vez de estar total mente ergidos y con los pies bien plantados demostrando duda, poca seguridad e inestabilidad.
Por otro lado, cuando estamos sentados muchas veces hacemos templar o agitamos los pies, demostrando que estamos inquietos o con nervios. Sin embargo, un punto muy importante es cuando nos sentamos frente a frente con alguien y cruzamos las piernas pues la dirección a la que apunta nuestro zapato puede demostrar que tienes afinidad con la persona o que no quieres estar allí y deseas huir de la conversación.
Si la punta del pie de ambas personas van hacia el centro de la conversación, es totalmente empatico. Por lo contrario, si la punta de tu zapato apunta hacia afuera, estas demostrando que quieres irte, que no te importa la conversación. Este es un detalle que tenemos que cuidar si es que queremos generar una buena impresión.
En esta imagen, el que evade la conversación por la posición de sus pies es el tercero contando de izquierda a derecha.
Asimismo recomiendo la forma correcta para sentarnos en eventos formales o de mucha importancia. Nunca cruces las piernas, la forma correcta es piernas juntas o un cruce a la altura del tobillo con la espalda recta y manos sobre la falda, sin accesorios alrededor que distraigan: carteras, lentes, estuches, maletines, etc. pues estás tienen un lugar donde colocarlas y no deben invadir el espacio de conversación, es preferible colocarlas en nuestra espalda antes de sentarnos, nunca en el piso o en la mesa.
La próxima vez que tengas una reunión o un evento, fijate qué están diciendo tus pies.
Hasta el próximo artículo de comunicación no verbal.
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